... el Espíritu de Dios, que "sopla donde quiere" (Jn 3,8), suscita en la experiencia humana universal, a pesar de sus múltiples contradicciones, signos de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo a comprender más profundamente el mensaje del que son portadores. (Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, 56)
No hay comentarios:
Publicar un comentario